domingo, 27 de marzo de 2011

¿Podré regresar?

Llega un punto en que te cuestionas todo, y con, casi 18 añitos y no tan ingenua como a los 12 por así decirlo, te das cuenta de tantas cosas. Tu ‘genio’, ese ser que era lo máximo llegas a recordarlo una vez al mes, bueno tres como mucho. Te das cuenta que desapareció, se esfumó y nunca más supiste nada. Entonces, ahí llega el punto en el cual te cuestionas por qué se esfumo de tal manera? Tenes un millón de preguntas que hacerle con respecto a esto, pero no tenes su dirección, su celular, no sabes en donde trabaja, nada de nada. Y ahí es el punto en donde te superas y te colmas de angustias y malos recuerdos y decidís olvidar otra vez. Sos consiente de que alguien ocupó su lugar y que no necesitas a ese ser tan extraño que a tu 18 años no sabe más que tu nombre completo y tus gustos de pequeña, el cual no sabe que te encanta pasar tiempo al aire libre disfrutando de.. Nada, solo buena compañía como puede ser una amiga, mi mamá, Coco o un mate. Que no sabe que te gusta más el silencio de la mente y poder apreciar los sonidos del afuera que un buen tema de tu banda favorita, el cual obvio, no sabe cual es tu banda favorita. Y cuando más crees que tenes superado el tema, peor es!!! Y volves a caer en todas las mismas preguntas miserables. Entonces decidís volver olvidar, sacar esos recuerdos y archivarlos en lo más profundo de tu memoria, la cual es traicionera y te los vuelve a traer de vez en cuando. ¿La memoria o nosotros mimos que de tan masoquistas no nos permitimos olvidar? O no será que, como es tu genio de la infancia, que es esa persona que te trajo a acá, que si no fuera por él y otra más, no estarías escribiendo esto, no lo podes olvidar, porque simplemente es parte de tu vida. Y acá llega la otra pregunta miserable de la vida, ¿por qué el genio de tu infancia te hace sentir ese desprecio a los momentos que pasaron? Por qué querer olvidarlos y sentir que nada paso y que nunca existió.

1 comentario:

sophie mr dijo...

Sos linda y te quiero amiga. Que nada te tire para abajo, sos fuerte.